¿A quién no le gustan los helados? Éstos se han convertido en uno de los alimentos más consumidos de todo el mundo. Aunque su origen no está del todo claro, la teoría más aceptada es que fueron los chinos los primeros en probar ésta delicia, mezclando la nieve de las montañas con miel y frutas. Posteriormente, Marco Polo introdujo en Europa las fórmulas que aprendió en sus viajes por Asia.
En aquel entonces la preparación de los helados era cuanto menos complicada y, además, estos eran un alimento reservado exclusivamente a la alta nobleza. Al no haber frigoríficos ni congeladores, era una proeza conservar el helado hasta que el noble pudiera degustarlo. Para hacer los helados se pagaba a portadores, quienes subían a las montañas a coger nieve y, una vez en casa, se depositaba en profundos pozos, los cuales cubrían con paja.
Los helados de leche tal y como los conocemos hoy en día vinieron de la mano de un cocinero francés que servía en la corte inglesa. El Rey Carlos I de Inglaterra quedó encantado.
En 1660, el italiano Procopio abrió en París el “Café Procope”, donde además de café se servían helados. No fue hasta el año 1700 cuando la receta de los helados cruzó el Océano Atlántico y se empezaron a hacer populares en Estados Unidos.
Si estás interesado en las variedades de helado de La Perla, puedes ponerte en contacto con nosotros a través de este formulario de manera rápida y sencilla. Si prefieres hablar con nosotros personalmente, también puedes llamarnos por teléfono como distribuidores de helados artesanales en Granada estaremos encantados de contar contigo.