¿Qué es mejor un helado de nieve o con leche?
Estás dando un paseo por la ciudad y de repente te apetece tomarte un helado, llegas al puesto o heladería más cercana y entonces piensas, ¿cuál me pido?
Empiezas a pensar en el sabor, el tamaño, si mezclarlo o no, pero, ¿sabes que hay distintos tipos de helado según cómo se han fabricado y los ingredientes que se utilizan para ello?
Puede que creas que la mayoría elige un helado de sabores como primera opción, pero a mucha gente le gusta también tomarse una nieve.
Ambas opciones son deliciosas, pero pueden llegar a ser muy distintas, tanto por composición como por sabor y textura.
Te contamos todas las diferencias entre el helado de leche y el helado de nieve más abajo.
Helados de nieves
Los helados de nieve o simplemente nieve, tienen su origen en México y se elaboran con agua (hielo) mezclada con frutas naturales, bien con una pala o a mano.
Es importante contar con un recipiente metálico para mantener la nieve a la temperatura correcta y rodearlas de hielo y sal para conservala.
Destaca por su sabor ligero y textura refrescante, además de tener menos calorías que el helado.
También se deshace o derrite antes que el helado de leche, por lo que es habitual que se sirva en pequeños vasos para evitar que se derrame.
Helados de leche
Los helados de leche o gelatos como su nombre bien dice, están formados por una base de leche.
Los helados tradicionales se hacen con base de crema y con más aire que los helados de leche.
Esto hace que el helado de leche tenga una textura más sedosa y de la impresión de ser mucho más denso, consiguiendo un sabor más intenso.
Suelen pedirse en barquillo o cucurucho, porque tardan más en derretirse que los helados de nieves, aunque a veces también es frecuente verlos servidos en tarrinas para combinarlos con distintos toppings para helados.
Destaca por tener una textura bastante más densa y la leche lo hace menos cremoso que cualquier helado.
Conclusión: helado de nieve o helado de leche
Los helados de nieve o nieves se consiguen mezclando hielo con frutas o jugos para enfriarse después rodeado de hielo con sal, dando lugar a un sabor frutal o ácido. Los helados de leche, también llamados gelatos, tienen una base de leche que le hace tener una textura más compacta y un sabor directo e intenso aunque menos duradero que el helado tradicional, dado que se derrite antes.
Ambos helados son opciones sabrosas y dulces para disfrutar mientras das un paseo por la ciudad o te sientas en un bar, donde el helado de nieve te permitirá una mayor duración sacrificando un poco de sabor y el helado de leche hará que notes y disfrutes más intensamente de su sabor a coste de su menor durabilidad.